En China hay un viejo dicho: “Se necesitan tres años para que una persona cultive el jade, pero el jade lo sustenta durante toda la vida.” Los beneficios emocionales del jade pueden traer alegría a quien lo porta, ayudarlo a mantenerse alejado de la negatividad y promover la buena salud. Al usar joyas de jade, ¿cómo debemos mantenerlas y limpiarlas?
1. Limpieza diaria
Remoja el jade en agua purificada durante 30 minutos y luego cepilla suavemente la superficie con un cepillo de cerdas suaves. Luego, use un paño suave y limpio para secarlo. Con esto se completa la limpieza diaria, y se recomienda limpiarlo cada tres meses.
Nota: El agua del grifo ha sido tratada y puede contener cloro residual, lo que puede afectar al jade con el tiempo. Por tanto, lo mejor es utilizar agua purificada para la limpieza.
2. Mantenimiento diario
Cuando no uses jade, primero límpialo y luego aplica una pequeña cantidad de aceite de bebé. Coloque el jade en una bolsa con cierre y guárdelo en un lugar fresco y seco.
Si usa jade cerca de la piel, no es necesario que se lo quite mientras se ducha, pero asegúrese de secarlo inmediatamente después.
Nota: El jade es sensible a las altas temperaturas, así que quítelo cuando tome una sauna o un baño termal.
3. Frecuencia de limpieza
Para el jade que se usa con frecuencia, límpielo cada tres meses. En verano, es posible aumentar la frecuencia de limpieza. Para el jade que se usa con poca frecuencia, una vez al año es suficiente.
4. Desgaste a largo plazo
La mejor manera de cuidar el jade es usarlo con regularidad. Los aceites naturales y el sudor de nuestra piel pueden nutrir el jade, haciéndolo parecer más transparente y brillante con el tiempo.
Precauciones de uso diario para joyas de jade:
Úselo por separado, evite apilar: Es mejor usar joyas de jade solas y evitar apilarlas con otras piezas. Esto evita rayones en la superficie del jade.
Evite el contacto con ácidos, álcalis y disolventes orgánicos: Estas sustancias pueden provocar corrosión y dañar la superficie de las joyas de jade.
Evite dejar caer o golpear objetos duros: Evite que el jade caiga desde una altura o choque con superficies duras, ya que esto puede causar grietas o daños al jade fácilmente.
Evite la exposición a altas temperaturas, llamas y luz solar directa: Mantenga el jade alejado de altas temperaturas, llamas abiertas y exposición prolongada a la luz solar, ya que estas condiciones pueden dañar la piedra.